PARTO

Los avances en la atención prenatal y perinatal han reducido el índice de mortalidad neonatal en un gran porcentaje. La mayoría de los partos son atendidos por servicios hospitalarios especializados. Los partos de alto riesgo deben atenderse en este tipo de hospitales, ya que los recién nacidos presentan riesgos de morbilidad y mortalidad.

El número de nacimientos por cesárea ha aumentado sorprendentemente. Parte de ese aumento se debe al temor de algunos médicos a ser demandados por mala práctica. El parto prolongado, que a veces es peligroso para el feto, se evita con cesárea. Los analgésicos que se le administran a la madre durante el parto entran a la circulación sanguínea fetal y producen sedación del feto.

Parto prematuro:

El parto es un proceso potencialmente arriesgado tanto para la madre como para el hijo. Aunque la mayoría de los bebes prematuros suelen desarrollarse con normalidad, el parto prematuro aumenta los riesgos de disfunciones. Alrededor de un 30% de los bebes prematuros sufren de alguno o varios de los siguientes problemas: retraso mental, problemas de conducta, trastornos de movimiento y problemas sensomotores, como la dislexia. Por otra parte, el riesgo de sufrir maltrato es más alto delo normal en bebes prematuros. Se considera prematuro al bebe nacido con un peso inferior a los 2.500 gr o después de una gestación de menos de 34 semanas.

Vinculo madre-hijo: como los bebes prematuros tienen un sistema sensomotor débil, se produce una menor interacción entre madre e hijo de la habitual en los nacimientos a término. Esta diferencia puede afectar al vinculo (sentimientos del bebé hacia su madre) y a la ligazón (sentimientos de la madre hacia el bebé). Además, los bebés prematuros requieren más atenciones que los nacidos a término y las tensiones sobre los padres pueden ser excepcionalmente apremiantes.

Depresión y psicosis del periodo postparto:

Entre un 20 y un 40% de las mujeres experimentan un cierto grado de malestar emocional o disfunción cognoscitiva en el período postparto. Estos sentimientos, que suelen durar varios días, se han atribuido a los rápidos cambios hormonales en la mujer, al estrés del parto y a la conciencia de la mayor responsabilidad que se adquiere con la maternidad.
Se ha descrito un síndrome similar en padres que experimentan cambios de humor durante el embarazo de su esposa o después del parto. Hay varios factores que afectan a este tipo de padres: la responsabilidad añadida, la disminución de la práctica sexual, una menor atención por parte de su esposa y la creencia de que el bebe es una atadura mas, si se trata de un matrimonio poco satisfactorio. En ciertos casos raros, la depresión postparto en la mujer se caracteriza por sentimientos depresivos e ideas suicidas. En los casos más graves, la depresión puede alcanzar proporciones psicóticas, con alucinaciones, delirios e ideas infanticidas.